Una planificación adecuada permite organizar y dirigir la auditoría de manera que esta se realice de forma eficaz y eficiente. La planificación es una etapa indispensable en la auditoría, pues constituye un proceso continuo y repetitivo que comienza poco después de la finalización de la auditoría del período inmediatamente anterior. Todo proceso necesita una estrategia, la estrategia es el principio de cualquier victoria y es, además, garantía de éxito del encargo asignado.
Los distintos trabajos de auditoría tienen características específicas que se traducen en que la auditoría tenga un alcance más amplio en compañías más grandes o de auditoría grupal, que, en aquellas entidades pequeñas con menos empleados, por ejemplo.
Entramos en el cuarto trimestre del ejercicio 2022 y con ello los profesionales de auditoria deberán planificar adecuadamente la auditoría para el presente período a auditar que comprenderá desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2022.
De acuerdo con la NIA-300, algunos de los beneficios que resultan de realizar una buena planificación son los siguientes:
- Prestar la atención adecuada a las áreas importantes.
- Identificar y resolver oportunamente los problemas potenciales.
- Facilitar la selección del equipo de trabajo, con los niveles de capacidad y competencia idóneos para responder a los riesgos previstos.
- Asignar el trabajo a los asistentes de forma apropiada.
- Posibilitar la dirección y supervisión de los miembros del equipo y la revisión de su trabajo.
- Permitir la coordinación del trabajo realizado por auditores y expertos, cuando sea el caso.
Siguiendo con la mencionada NIA-300, como resultado del proceso de planificación del encargo, el auditor debe elaborar e implementar una estrategia global y un programa de auditoría, los cuales deben quedar documentados, ya que forman parte de los denominados papeles del trabajo del auditor. En la planificación del encargo, el auditor puede discutir algunos elementos con la dirección de la entidad y, adicionalmente, el auditor debe realizar las siguientes actividades:
- Identificar el alcance de la auditoría.
- Determinar los objetivos de la auditoría en relación con los informes a emitir, para establecer el momento de realización de la auditoría y la naturaleza de las comunicaciones requeridas.
- Considerar los factores que, a juicio profesional del auditor, sean significativos para la dirección de las tareas del equipo que realizará la auditoría.
- Considerar los resultados de las actividades preliminares de la auditoría, es decir, las relacionadas con la evaluación de la continuidad de las relaciones con el cliente, el cumplimiento de los requisitos de independencia y conflicto de intereses y la aceptación de los términos del encargo.
- Determinar la naturaleza, el momento de utilización y extensión de los recursos necesarios para realizar la auditoría.
El programa de auditoria diseñado durante la fase de planificación será diferente para cada encargo específico. Esto quiere decir que no se puede aplicar un modelo general para todos los encargos. En este sentido, el párrafo 9 de la NIA 300 enuncia de manera general que el plan de auditoría debe contener la naturaleza, momento de realización y la extensión de los procedimientos para:
- La valoración del riesgo (NIA-315R).
- Las afirmaciones (NIA-330).
- Otros procedimientos de auditoría.
Un programa de auditoría es un documento que relaciona, de manera lógica y ordenada, los procedimientos de auditoría a ser empleados, así como la extensión y oportunidad de su aplicación. Su propósito es servir de orientación durante la ejecución del trabajo y de registro permanente de la labor efectuada. La labor de auditoría se ejecuta mediante la utilización de los programas de auditoría, los cuales constituyen esquemas detallados por adelantado del trabajo a efectuarse y contienen objetivos y procedimientos que guían el desarrollo del mismo.
El programa de auditoría debe ser planeado y elaborado con anticipación y su contenido debe ser flexible, sencillo y conciso, de tal manera que los procedimientos empleados en cada auditoría estén de acuerdo con las circunstancias del examen. Se prepara de manera particular para cada auditoría, puesto que las circunstancias de trabajo varían de un trabajo a otro.
En cuanto al tema de los procedimientos, estos se dividen en:
- Procedimientos de cumplimiento: que son los que buscan detectar desviaciones en las políticas de control de la entidad que se están observando.
- Procedimientos analíticos: son los que evalúan información financiera, en cuanto al estudio de relaciones entre datos financieros y no financieros.
- Procedimientos detallados de transacciones y saldos: son los que se realizan para obtener mayor evidencia sobre los procedimientos anteriores (de cumplimiento y analíticos). Por ejemplo: inspecciones físicas y confirmaciones con terceros.
Siempre serán importantes las consideraciones y resultados de las auditorias previas en un cliente recurrente, es de gran valor tales antecedentes, porque nos permiten tener un referente, que no teníamos cuando iniciábamos por primera vez en un cliente o trabajo.
Como conclusión a este artículo, podemos decir que los aspectos fundamentales establecidos en la NIA-300 se basan en la planificación, creación y desarrollo de estrategias que permitirán recopilar los datos y las situaciones más importantes por las que atraviesa una empresa en materia contable y jurídica. Para el auditor, es vital dar a conocer sus conocimientos por medio de un trabajo bien elaborado para que el cliente se lleve una buena imagen del equipo de trabajo asignado a su auditoría. La NIA 300 dispone una serie de compromisos legales que deben ser acatados y entendidos por el auditor.
Todo auditor, debe conocer la importancia de la NIA-300 en su plan de trabajo, de esta forma, los documentos serán estructurados y ejecutados bajo estándares de calidad.